The Clash y María Marta Serra Lima

Ayer, con la gente del Taller de Periodismo y Cultura Rock, entrevistamos a Bobby Flores. Todavía retumba en mi cabeza ésta anécdota: "Cuando había discos prohibidos, si el dueño de una disquería te conocía podías conseguirlo, pero había que llevárselo con otro envoltorio. A 'Sandinista' de The Clash lo tuve con la tapa de uno de María Marta Serra Lima. Tal vez ibas caminando por la calle con José Luis Perales bajo el brazo. "Mirá ese salame escucha Perales", dirían, y adentro tenías uno de Clapton, en vivo en Budokan ponele, con una versión terrible de 'Cocaine'".

Sueño rockero II

Soñé que debatía sobre rock. Yo defendía a Robbie Williams y alguien me llevaba la contra. Sí, eras vos.

Los nombres

Desde "Peor es nada" que la TV y -sobre todo- la radio se ha poblado de programas con nombres como: "Hacemos lo que podemos", "Le ponemos onda", "¿Y qué querés?", "Yerba no hay", "Es un robo juez". Pregunto: ¿Por qué el regodeo mediático de chapotear en el barro?

La bailarina

Tal vez conozcan a la banda (y a la bailarina)

Iggy / Sueño rockero

En mi sueño Iggy Pop regenteaba un merendero tipo '50. Tenía gorrita blanca y todo. Atendía bien. Daba dos tazas de café como mínimo.

Comienzos para novela

Cuando despertó en el baño, el zorullo del dinosaurio todavía estaba allí. 
(Augusto Monterroso es lo más).

Prefiero el sonido del silencio

a eso que hace mi televisor cuando lo apago.

Algo que estoy escribiendo

El domingo jugamos y ganamos en una de suspenso algo estereotipada. Todos jugamos bien y no hubo lugar para sorpresas o vueltas de tuerca de guión. Aunque tuvo su comic relief incluido. Fue un grito que me dio Pablo por mi intención de enfriar el partido. Detuve la pelota con la derecha, y me paré sobre ésta como si fuese la presa debajo del pie de un cazador. Busqué a mis compañeros y los señalé a cada uno con el brazo extendido. “¡Dale Travolta y la concha de tu madre!”, me gritó. Incluso el árbitro se rió. En el resto del encuentro cada uno cumplió su papel con sobriedad. Pablo estuvo seguro en el arco, Andrés hizo varios goles, Mariano tiró más diagonales que La Plata, Patricio y Andrés abrieron el juego con elegancia y yo me dediqué a ser el oxígeno.

Un encuentro raro y mágico

Voy en el tren camino a dar una clase sobre rock y periodismo. En la estación Drago se sube Emilio del Guercio. Me presento y comenzamos a charlar. Hablamos de Aquelare aunque yo pienso en Almendra. Me cuenta que está a punto de viajar a México para entrevistar al hijo de Discepolín por un programa de tele y de otro proyecto sobre rock argentino de una Unviersidad. Emilio es amable y tranquilo, su calva es luminosa y lleva el attachet de cuero con más onda de todo el ramal Suárez. Me anota su mail y le digo que nunca supe cómo se escribe su nombre. "Como suena pero sin diéresis", explica. Me pregunta por mi apellido y yo le digo que en ucraniano significa zorro. Abre sus ojos y sonríe. Nos despedimos y bajamos en la misma estación. Podríamos haber seguido con la charla, pero no, mejor que sea así, sin fórmulas ni protocolo.

Ideas Bobas

Uno de los momentos más particulares que viví con el cine, fue al ver Héroes durante las vacaciones de 1987 (o 1988) en Pinamar. La gente gritaba los goles, los ole, chiflaban cuando aparecían los ingleses... Un auténtico quilombo. Nunca más sentí en el cine algo así. Pero, pese a tener 9 años y estar embebido del delirio colectivo, tuve entonces un ataque de racionalidad. Me pareció inexplicable que en la escena del segundo gol del Diego a los ingleses usaran el relato de Claudio María Muñoz en vez del de Victor Hugo Morales. Para entonces su "arranca por la derecha el genio del fútbol mundial" era el ABC futbolero para cualquier ser humano, hormiga, extraterrestre u ente supraterrenal que estuviese en Argentina. Hay una explicación; el documental lo hicieron los piratas. 
Si se llega a lanzar una nueva versión del documental, propongo que la escena de las piernas del Diego -dejando desparramado a Butcher y al resto- lleve el audio de "¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta...Gooooooool".

Lemmy is God

"I am the one", canta Lemmy, y le pega con el neologismo de "Orgasmatron"...
Por algo en Airheads nos explican que en una batalla entre Lemmy y Dios ganan ambos, ya que "Lemmy is God".